La Atención Primaria tiene una función primordial en la realización y coordinación de actividades y recursos destinados a la promoción de la salud, la atención sanitaria a personas enfermas y la prevención de enfermedades o complicaciones, de una manera longitudinal, a lo largo de la vida, y en el entorno más próximo a estas personas y la comunidad.
Los cambios sociodemográficos que se han producido en la sociedad asturiana en los últimos años, han traído consigo un envejecimiento progresivo de su población. Este cambio, sobre todo, ha provocado el aumento de las personas con enfermedades crónicas y de las necesidades sociosanitarias y los cuidados. Todo ello, junto al aumento de las expectativas de la población sobre su salud, el avance de los sistemas de información y la incorporación de nuevas tecnologías, exige reorientar el sistema sanitario público asturiano, en el cual la Atención Primaria ha demostrado tener un papel central y coordinador.
Resulta necesario definir un nuevo enfoque organizativo de la Atención Primaria, con una orientación individual, grupal y comunitaria, orientando sus procesos a la búsqueda de la continuidad asistencial. Al mismo tiempo, hay que posibilitar la autonomía de gestión y la descentralización en la toma de decisiones de sus profesionales, cuya práctica clínica debe incorporar la mejor evidencia disponible.
La finalidad de este decreto es dar respuesta a las necesidades y retos a los que la se enfrenta la Atención Primaria en el Principado de Asturias, garantizando un marco organizativo y de funcionamiento que permita la consecución de los objetivos planteados en salud ante una sociedad cambiante.