Tanto el Código Corazón como el Código ICTUS, han demostrado su eficacia raduciendo la mortalidad y las complicaciones derivadas del evento, así como una reducción de la estancia media hospitalaria. Esto es así en las zonas con guardia de presencia física, en donde la disponibilidad del equipo sanitario es inmediata y se acortan los tiempos de actuación. Pero no ocurre lo mismo en las zonas rurales, donde el “invento” de las “guardias de respuesta rápida” (guardias localizadas, se miren por donde se miren), hace que el médico se encuentre en isocrona de menos de 30 minutos. Por ejemplo, el médico de Belmonte podría dormir en Salas, o el de Taramundi en Vegadeo, el de Villallón en Navia… y todo ello con la aquiescencia del Servicio de Salud, que convierte a los habitantes de la zona rural asturiana en ciudadanos no ya de segunda, sino de tercera al privarles de uno de los pilares de la atención urgente: el tiempo de respuesta.
El Código Infarto reduce un día la estancia hospitalaria del paciente