Otra genial consideración de la Dra. Mónica Lalanda.
Si usted va en un avión o en un autobús o se cruza en carretera con un camión de varias toneladas, puede estar tranquilo porque existen regulaciones estrictas respecto al número de horas que llevan al volante. Sin embargo, si acude usted gravísimo a un centro sanitario en mitad de la noche o al amanecer, los médicos que le van a atender hace ya horas que perdieron su calidad de seres pensantes para convertirse en piltrafas humanas con pijama y fonendo.