La falta de camas en el área de hospitalización del HUCA obliga a una veintena de pacientes a esperar en los boxes del servicio, algunos «durante dos o tres días»
La sanidad asturiana no consigue tener un respiro. En plena polémica por las condiciones laborales de los trabajadores del Servicio de Salud del Principado (Sespa), esta semana se volvía a colapsar el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El complejo hospitalario, buque insignia del sistema sanitario autonómico, atendía a más de 420 personas el lunes y otras tantas el martes. La situación se ha visto agravada, en esta ocasión, por la falta de camas disponibles en el área de hospitalización para los ingresos prescritos desde Urgencias.
Según fuentes hospitalarias, este miércoles había 27 pacientes pendientes de pasar a planta. Algunos de ellos llevan esperando por cama 50 horas, esto es, más de dos días. «Permanecen en los boxes del servicio», puntualizan, «perfectamente atendidos». El problema radica, por un lado, en que «sigue sin solucionarse la situación de la Atención Primaria», a pesar del acuerdo alcanzado entre el Sespa y los sindicatos sanitarios para reorganizar las urgencias de los centros de salud. Como consecuencia, «nos llega todo y saturamos».
Por otra parte, «se están acelerando mucho las cirugías programadas», de ahí que el área de hospitalización del HUCA esté a pleno rendimiento. Salud ha intensificado la actividad quirúrgica dentro de su plan de choque para contener las listas de espera, disparadas tras la pandemia del coronavirus. El Sespa trabaja con el objetivo de llegar a los niveles de actividad de 2019, año previo a declararse la emergencia sanitaria por covid. El año pasado se cerraba, de hecho, con 3.844 operaciones, la cifra más alta para un mes de diciembre de los últimos cinco ejercicios.
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