Asistimos un año más al “tormento” de cubrir las GUARDIAS DE PRIMARIA en el periodo estival. A la escasez crónica de profesionales se le suma en estas fechas unas plantillas aún más mermadas por el disfrute de las merecidas vacaciones por parte de los profesionales, los cuales quedan SIN SUSTITUIR y debe repartirse su trabajo entre los compañeros que quedan en el centro.
Además, hay zonas de nuestra geografía donde la presión asistencial se ve incrementada y la tensión asistencial tensionada por la llegada de veraneantes: Gijón, Llanes, Piedras Blancas, Tapia, entre otros. Los refuerzos de antaño llamados “Médicos de Incidencia Turística”, son en estos momentos, un vago recuerdo en nuestra memoria.
¿Y que podríamos hacer si tenemos que realizar más trabajo con menos profesionales?
Una primera opción sería pedir un sobresfuerzo a los profesionales.
¿Pero y si este sobresfuerzo ya existe y aún así no llega para cubrir todos los puntos de urgencias que hay en el Principado?
Lo siguiente podría ser replicar el modelo hospitalario de cierre de plantas para dar vacaciones a los profesionales. También apelar a la compresión y a la paciencia de los ciudadanos (ya que su médico de familia ya no da para más), y pedir valentía a nuestros dirigentes para que OPTIMICEN los puntos de urgencias imprescindibles durante el verano y con el personal adecuado (aunque suponga la reorganización temporal de alguno de ellos).
Con esta sobrecarga en las guardias, se pueden venir al traste todos los resultados conseguidos con los pactos para mejorar las condiciones laborales y atraer facultativos jóvenes a nuestra comunidad, antes de que acabe el año. Con los cual volveríamos a la casilla de inicio.
Desde el SIMPA así lo vamos a reclamar. Nuestros profesionales están al borde del colapso y muchos todavía no han disfrutado de vacaciones.