Sigue en candelero la situación de la Atención Primaria del Área V. En lo que nos concierne, análisis certero como siempre de Diego Pidal. Mientras las cargas de trabajo sean desproporcionadas y no se entienda que la demanda y la oferta han de adaptarse, las profesión que debería ser la más gratificante del mundo se vuelve embrutecedora. El SIMPA sigue lidiando para denunciar arbitrariedades e inercias y proponer soluciones justas para todos los facultativos, a riesgo de llevar cornadas. Todo el mundo tiene derechos y razones para opinar, pero otros ven los toros desde la barrera. Será porque vuelven a Gijón y les gusta mirar .
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En los centros de salud del Área V -que comprende los municipios de Gijón, Villaviciosa y Carreño- las vacaciones de verano se organizan de tal forma que, como máximo, solo un tercio de las plantillas estén fuera al mismo tiempo. No hay sustituciones. No las hay desde que la bolsa de empleo de médicos está a cero. Algo que ocurre «desde hace años». Así que son los profesionales sanitarios que quedan los que han de ver a los pacientes de los compañeros que no están con lo que es habitual que el número de consultas atendidas supere en ocasiones el máximo de las 43 diarias establecidas por la Consejería de Salud, incluida la actividad domiciliaria.
Los médicos de los centros de salud del Área V, «tanto titulares como interinos», trasladan a sindicatos como el Simpa o Sicepa-Usipa la sensación de estar «saturados». Diego Pidal, responsable de Atención Primaria en el Sindicato Médico de Asturias, asegura que están realizando un sobreesfuerzo, con jornadas semanales que, en algunos casos, «andan entre las cincuenta y las sesenta horas. Mucho más de lo que les corresponde». El problema que se está dando este verano es que, si bien las consultas de por la mañana «están razonablemente cubiertas», se están encontrando serios problemas para atender las urgencias extrahospitalarias que llegan a los centros de salud entre las tres y las ocho de la tarde y entre las ocho de la tarde y las ocho de la mañana del día siguiente, incluyendo festivos y fines de semana. Y el hecho de que esas guardias supongan «horas de trabajar a destajo, porque la carga asistencial es muy elevada» hace disminuir el número de médicos que las aceptan de forma voluntaria.
Desde el Simpa la situación se ve complicada. Con la plantilla y las condiciones actuales «no da» para cubrir convenientemente la Atención Continuada porque «ya se partía de una planificación obsoleta», ni para mantener abiertos «tantos puntos de urgencias». En este sentido, Diego Pidal subraya que la postura del sindicato médico es ir a una racionalización de los dispositivos de urgencias. «Hay que ser realistas y explicar a la gente que no sirve de nada tener un centro de salud abierto si no hay personal suficiente para que lo atienda. Con cuatro puntos de Atención Continuada abiertos 24 horas en Gijón cubres a duras penas. Lo ideal sería concentrar la atención de las urgencias y dotar de personal suficiente esos puntos».