Tras este verano los médicos aseguran sentirse “derrotados y agotados y la situación no va a cambiar. El hecho de no sustituir personal y sobreexplotar a la plantilla genera un cansancio físico y mental acumulado, que ya empieza a repercutir en la asistencia“.
Esto pinta muy mal. El Hospital Valle del Nalón ha entrado en respiración asistida. Sus pulmones, el Servicio de Urgencias, que las mala gestión crónica convirtió en “reservorio de aire” de la ciudadanía, se agota. Los tiempos de espera para ser asistido se han duplicado este verano. Cualquier día, ocurrirá una desgracia y será huérfana, ningún directivo asumirá nada, así que deberían ir avisando a los pacientes y usuarios. Desde luego, no será por falta de esfuerzo de los profesionales. Mientras tanto, los Directivos de todos los organismos, en su dulce impasse esperando a Godot. Igual cuando llegue Godot ya no encuentra a nadie. Los profesionales están dispuestos a movilizarse, y paciencia que han tenido hasta ahora. Pero “movilizarse” no implica solo lo que temen algunos listillos, calle y repercusión mediática. Implica irse a mejores derroteros. Y la población, in albis. Igual pretenden cambiar así el mapa sanitario, pero la tierra quemada es un sistema que trae muy malas consecuencias, porque luego no hay forma de recuperar recursos que no hay. Mejor será que se ocupen de cuidar lo que tienen, sea lo que sea lo que tengan planeado a futuro. Se van a invertir 600.000 euros en la fachada del edificio. ¿Solo fachada? ¿Son los nuevos tiempos del SESPA?. No jueguen con la paciencia de los buenos. TIC, TAC.
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Los médicos de urgencias del hospital Valle del Nalón sopesan movilizarse por la carga de pacientes
Aseguran que las bajas y traslados sin cubrir generan una “sobreexplotación” de los facultativos y dicen estar “cansados y hartos”.
Los médicos del servicio de urgencias del hospital Valle del Nalón sopesan iniciar movilizaciones ante la “sobreexplotación” que sufren. Denuncian que las bajas y traslados de profesionales sin cubrir está generando una “sobrecarga”, entre los facultativos de la unidad que supone “un riesgo para la seguridad del paciente y del propio médico, y así se ha advertido en múltiples ocasiones a nuestros superiores. Habrá alguna desgracia irreparable y será tarde”, alertaron los profesionales, que confiesan sentirse “cansados y hartos”.
Sobre los traslados de personal, que achacan a las precarias condiciones del servicio, los facultativos exponen que “la huida de médicos con plaza continúa y esta unidad de urgencias se está convirtiendo en la menos atractiva para trabajar de todo el sistema sanitario de Asturias, lo que hace temer por la cobertura del servicio y genera una impotencia para los propios profesionales, que se están viendo obligados a huir de él”.
Los médicos también argumentan que llevan “luchando contra un gigante” desde hace casi dos años y trabajando en unas condiciones “cada vez más penosas tanto desde el punto de vista personal como profesional”. Pese a poner “todo de nuestra parte”, tras este verano aseguran sentirse “derrotados y agotados y la situación no va a cambiar. El hecho de no sustituir personal y sobreexplotar a la plantilla genera un cansancio físico y mental acumulado, que ya empieza a repercutir en la asistencia”.
Los profesionales relatan que la plantilla ha quedado sin cubrir “muchos días” en julio, agosto y septiembre. “Estos meses de verano se ha obligado a hacer a cada médico su jornada ordinaria más 7 guardias de 24 horas. Siendo urgencias un servicio en el que no hay descanso, esta sobrecarga es un riesgo para la seguridad del paciente y del propio médico, y así lo hemos advertido en múltiples ocasiones a nuestros superiores. Habrá alguna desgracia irreparable y será tarde”. Aseguran no saber ya “qué hacer para que se nos escuche, para que cubran bajas, para que se nos dote de material y, en definitiva, para que este servicio pueda funcionar igual que el servicio de urgencias de otros hospitales asturianos”.
Carta a Barbón
Antes de las elecciones, los médicos llegaron a escribir un correo al presidente del Principado, Adrián Barbón, exponiendo la situación. “No se actúa porque el trabajo va saliendo gracias al esfuerzo, pero estamos a punto de tirar la toalla ante la falta de expectativas de solución”. Sobre la falta de planificación, esgrimen que en este momento “no tenemos ni siquiera cartelera de trabajo (programación de turnos) del próximo mes, no hay jefe de servicio ni nadie que quiera asumir esta función ante la falta de implicación de la gerencia y dirección médica con los coordinadores previos. No hay organización de trabajo y somos el único hospital de Asturias que no cuenta con material básico ni con aparataje que ayude a disminuir las complicaciones de procedimientos que se hacen con frecuencia en urgencias. No se han sustituido tres bajas médicas en junio cuando había personal en bolsa y ahora se justifican con que no hay médicos, Estamos cansados y hartos. Y sobre todo sin un plan para los meses venideros que serán peores”.
Por todo ello, los médicos de urgencias del hospital “nos planteamos movilizaciones ante la pasividad de la gerencia y dirección médica del área, que culpa al Sespa de los problemas organizativos y de personal que atraviesa el servicio desde hace casi dos años”.