“El único modo de dar cumplimiento a la sentencia del Tribunal supremo es ejecutarla en sus debidos términos. O sea, anular los 23 nombramientos, destituir al tribunal, nombrar otro tribunal y realizar el segundo ejercicio”.
Así se pronunciaron ayer los abogados Miguel Teijelo y Gerardo de la Iglesia, representantes de los dos médicos asturianos que llevaron hasta el Tribunal Supremo un concurso-oposición para especialistas en medicina interna que en 2011 adjudicó 23 plazas fijas en diversos hospitales públicos de la región.
El presidente suplente del tribunal calificador del concurso-oposición, el doctor José Bernardino Díaz, había denunciado irregularidades en la primera prueba mediante un escrito entregado en el registro oficial del Principado y enviada a la dirección del Instituto Adolfo Posada, organismo del que dependen los procesos selectivos. “El Adolfo Posada conocía las irregularidades desde el primer momento y no hizo sino disculpar lo que no tiene disculpa”, criticaron ayer los abogados Gerardo de la Iglesia y Miguel Teijelo. En su carta, Díaz, jefe de sección de medicina interna del HUCA, pedía investigar las causas de los “valores extremos” obtenidos por algunos opositores