ESTO SE PONE FEO, DON PELAYO DIXIT. 

En medio de tanta vorágine (des)informativa sobre el anteproyecto de Ley del Estatuto Marco, los sufridos facultativos que aún resistimos en el Principado, percibimos con asombro el cariz que toman las cosas, algunas tan surrealistas como que las explicaciones acerca del  despropósito planteado se hagan por todo un Secretario de Estado de Sanidad…  en la red social de Elon Musk. Pa mear y no echar gota. Y este doctor formó parte del Comité Asesor para el COVID-19 en Asturias, así que debería conocer cómo nos desenvolvemos ante un desafío. Mientras hace memoria, vamos a explicar tres cosillas: 

  1. Las explicaciones hay que darlas en el ámbito negociador, si es que existe y se considera como tal. Lo demás es demagogia, propaganda o ambas. Los negociadores de CESM han salido de la primera reunión convocando movilizaciones. El comunicado conjunto de las fuerzas sindicales y asociaciones médicas no deja lugar a dudas. Va a ser que no tienen redes o que no se lo han explicado bien.
  2. Si hay que interpretar algo, es que está poco claro. Los asturianos somos muy poco dados a textos “interpretables”. Si es Ley básica nacional, es de mínimos o máximos, y meridiano . Ya explicamos previamente en misiva a la Ministra lo que “interpretamos” nosotros (…vemos que bastante acertados). No sabemos qué oscuro placer se consigue creyendo que se va a someter a los médicos. Debe ser una parafilia moderna. 
  3. Cuando Roma estornuda, las provincias pillan neumonía. Cada uno tendrá que pelear en su territorio contra un ataque  dirigido desde el Ministerio y permitido por Moncloa. Una proposición tan indecente unirá al colectivo médico y facultativo nacional, acabará con el sistema, si… pero a quiénes afectarán las medidas serán las CCAA. A todas. Y por supuesto, pagarán los mismos de siempre mientras en el Ministerio tocan la lira y contemplan las ruinas ardientes del SNS, incluido el nuestro.
  4. Naturalmente, nos sumamos a las medidas de advertencia decididas por la CEMS, pero nuestro momento fulgurante será cuando comiencen las movilizaciones. Y sobre todo la huelga. Porque eso de creer que en “seis reuniones pendientes” convenceréis a alguien que no seáis vosotros, no cuela. Queréis guerra. 
  5. No dejamos de ver este panorama con estupefacción. Ahora que habíamos conseguido aquí aislados en la aldea asturcelta cierta relación de diálogo y negociación positiva, después de decenios en que todo se conseguía por una huelga, van y nos echan al monte. Pues nada,  somos negociadores por talento y guerreros por talante. En la tierrina  todos saben que no podemos  permitirnos una alteración de la pax asturiae post-Tino firmada en 2013. Ojalá nuestros dirigentes locales sean capaces de trasladar adecuadamente el peligro a sus superiores en la capital del Reino.  Porque si nos buscáis, nos encontraréis. Será el fin. Es una pena, pero no valdrán chantajes emocionales: los médicos y facultativos no vamos a pagar los delirios sádicos de nadie.   

Desde lo alto del monte Auseva, Don Pelayo observó al ejército que se acercaba y exclamó “creen qu´ellos son munchos y nos pocos, pero nun saben onde se meten”.  

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