Algunos gerentes, acostumbrados a ocupar demasiado tiempo demasiados despachos, siguen con la tradición quiroblanquista-cubana de “encabronar” a los médicos y facultativos del SESPA sin darse cuenta, posiblemente por su necedad, de que a estos profesionales hay que mimarlos y valorarlos en lo que son.
Así, fruto de las negociaciones que se realizan con la la Gerencia del SESPA y la Dirección de Profesionales, en lo referente a la modificación de la jornada laboral, se atreven a aventurar cambios en la distribución de la atención continuada que lejos de de generar un clima cálido que es lo deseable y que a todos nos está costando mucho trabajo –empezando por la mismísima Administración- se dedican a sacarse de la manga cambios que suponen un retroceso hacia el confort en el ambiente laboral.
Es evidenciable que la falta de tacto y formación en manejo de personal a la vez que la altivez de unos pocos, cierto es, puede echar al traste lo mucho que se ha conseguido para bien de los médicos y facultativos del SESPA y, por ende, para toda la población asturiana pues, no olvidemos que profesionales valorados, no estresados y no denigrados por sus estructuras de mando –insisto, unos pocos- prestaran una mayor y más eficaz atención a la ciudadanía