Nuevas necesidades, viejas costumbres….
Desde el Servicio de Anestesiología y Reanimación del hospital Universitario de Cabueñes queremos mostrar nuestra preocupación con una situación que a nuestro modo de ver se está convirtiendo en insostenible y que en un momento dado podría poner en riesgo la seguridad del paciente, que es en definitiva el motivo fundamental de esta preocupación, y que de un tiempo a esta parte venimos manifestando a la gerencia de este Hospital sin obtener una respuesta satisfactoria.
Esta preocupación se basa en que pese a que se ha incrementado el número de pacientes en general, y más específicamente en lo que se refiere a urgencias quirúrgicas, del área de obstétrica y unidad de reanimación con pacientes críticos postquirúrgicos, además de habernos convertido en centro de referencia para Urgencias de Servicios como Cirugía vascular, Urología y Ginecología de otras áreas Sanitarias, la dotación de Anestesistas durante las guardias de fines de semana y festivos continua siendo la misma que hace 20 años, sin haberse tenido en cuenta este aumento de las urgencias, tanto en número como en gravedad y complejidad, lo cual justifica mas que de largo la necesidad de aumento de dicha dotación.
La situación a nuestro modo de ver es insostenible, y así lo hemos manifestado a la Gerencia, máxime cuando se está poniendo en riesgo la seguridad del paciente. Situación que es fácilmente subsanable, tal y como le hemos sugerido y solicitado a nuestra Gerencia, con la ampliación del personal Facultativo de guardia durante fines de semana y festivos.
Sin embargo esta Gerencia, siguiendo las viejas costumbres, parece no ser sensible a esta necesidad, no sabemos porque, si es que realmente no quiere ver esta realidad de adecuar personal a la nueva situación, (totalmente diferente a la de hace 20 años), o si aun dándose cuenta de ello lo único que prima es lo económico anteponiendo políticas de ahorro ( como siempre en personal facultativo) sobre lo que realmente debería primar.
Todo ello lleva a pensar que una vez más nos enfrentamos a una administración que no es sensible a la realidad, que no es sensible al dialogo, y que tristemente solo reacciona ante iniciativas de presión que de ninguna manera serían deseables, pero que si creemos que tal vez, debemos de valorar y tomar, porque que al final , y por desgracia, en ocasiones, y ante esta administración queda demostrado que no queda otro remedio que tomar, a fin de tratar de garantizar la atención y seguridad del paciente.
Esperemos que prime la cordura y sensibilidad a nuevas necesidades de nuestros pacientes en nuestro hospital y no las viejas costumbres por parte de Gerencia.