Los tiempos de crisis son tiempos de cambio, pero también tiempos barrocos de mitos y falsos profetas. Uno de ellos es el mito de la recentralización sanitaria como bálsamo para todos los problemas. Se ha convertido en un lugar común que la sanidad pública española es de exclusiva competencia autonómica y de que, por tanto, la Administración Central no tiene en la práctica capacidad de decidir sobre lo fundamental. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El Gobierno central tiene competencias respecto a los servicios sanitarios y frente a los determinantes sociales y los riesgos para la salud, otra cosa es que las ejerza.