Durante casi tres décadas formaron una dupla profesional y familiar irrepetible, dejando tras de sí un trabajo y unas estadísticas en materia de donación de órganos que cortan la respiración. Él, como coordinador regional de Trasplantes; ella, como intensivista, responsable de trasplantes en el HUCA y jefa de la UCI. Pero el pasado marzo ese dueto se rompió para siempre. Jesús (Chus) Otero Hernández (Zaragoza, 1947) fallecía a la edad de 70 años, dejando ‘huérfanos’ a los más de dos mil quinientos trasplantados de riñón, corazón e hígado que con su trabajo y tesón consiguió propiciar en Asturias.
«Hay que dar las gracias a las familias, no es fácil donar órganos tras una muerte»
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