«Perdemos a los que se han formado aquí y no sabemos atraer a los de fuera». Con esta frase resumía José Antonio Vidal, vocal del Simpa, algunas de las claves de la escasez de médicos en Asturias, más evidente en periodos de vacaciones aunque constatable a lo largo de todo el año. Las preferencias de la última hornada de facultativos residentes salida de las aulas de la Universidad de Oviedo vienen a confirmar esta afirmación. Según recordaba ayer el decano de la Facultad de Medicina, Alfonso López, de los quince asturianos situados entre los 300 mejores del examen MIR del pasado enero, doce optaron por irse fuera de Asturias y solo tres eligieron un hospital de la región para formarse como especialistas.
«Hay que primar la calidad frente a la cantidad. No se trata de formar parados. Además, que sacáramos más médicos no garantizaría que luego se quedaran en Asturias», sostiene el decano. Y pone como ejemplo el caso de dos exalumnas que recientemente han decidido continuar con sus carreras profesionales en Ecuador y Australia. «No se van por amor», aclara López, sino por haber encontrado en estos lejanos países una estabilidad que aquí se les niega.
Solo tres de los quince últimos mejores MIR se quedaron en Asturias
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