Se trata de una sentencia pionera pues es la primera vez que se condena a un servicio de salud por su inactividad y pasividad frente a las solicitudes del médico para reducir su cupo de pacientes, lo que conllevó una nociva sobrecarga de trabajo.
Como dice la sentencia el Sergas hizo caso omiso a las solicitudes del profesional, lo que derivó en un estrés laboral, causa a su vez de la patología reactiva a dicho estrés que le condujo a una larga baja laboral.
La sentencia reprocha al Sergas que además no hubiera realizado la evaluación de los riesgos psicosociales del puesto de trabajo, lo que acrecienta esa inactividad y pasividad en lo que concierne a la protección de sus trabajadores.
Un sentencia única y novedosa que pone en evidencia una situación que por desgracia no es excepcional, sino que se trata de una queja recurrente del colectivo médico en atención primaria, derivada de la saturación de las consultas.