Querida Mónica:
Se que anduviste por Asturies repartiendo tu icónica sonrisa y esperanzando con una Agencia del tipo de la NASA sobre Salud Pública. Digo la NASA, porque seguro que su éxito no se va a basar solo en colocarla la en un sitiu afayadizu, el Paraíso está muy bien, sino a quien colocas en ella. Optimismo astur, ya sabes.
Mientras tanto, no paraban de salir en la prensa noticias sobre la aquiescencia que pareces mostrar ante una curiosa petición de algunos: la equiparación de la Enfermería con la Medicina, si, como suena, ya sé que a lo mejor no te lo han resumido así, pero aquí está tu traductor para dummies de cabecera. A ver, técnicamente lo piden con el mantra de “todos somos graduados, todos somos A1”. Y la respuesta técnica de los facultativos es sencilla: “Pues si tu eres A1 yo soy A1+, y dime que no”. Y la inmensa mayoría, sobre todo de pacientes y usuarios, pero también, aunque parezca increíble, de enfermeros no se coscan de que va esto. Pero tú y yo si, y si no, sigue leyendo.
Sorpresa para empezar: Medicina y Enfermería son profesiones diferentes. Muy cercanas y complementarias, pero para nada idénticas. ¿Quién lo iba a pensar, eh? ¿Y además porqué? ¿Sólo porque desde Bolonia la clasificación académica dejó de ser “licenciado” y “diplomado” y se les llama “graduados”? Ah, pero resulta que hay graduados de varios tipos: el Médico, ingeniero o arquitecto es una cosa que se llama EQF 7 y además “máster” (no confundir con los másteres de posgrado ni con los del Universo) (en español MECES 3… si, vale, que sencillo era lo de “licenciado” ) y el enfermero o el ingeniero técnico se llama graduado EFQ 6 (MECES 2)… nombres muy rarunos. “Todos somos graduados, pero unos más que otros”, diría Georges Orwell.
Segunda cuestión curiosa: para capacitarte en el Sistema Público de Salud, vamos, para poder acceder a un puesto de trabajo público (que yo sepa es lo que hay que defender), un facultativo necesita pasar una oposición nacional (MIR o equivalentes) y su periodo de residencia. Con suerte, en 10-11 años, trabajando. En enfermería, la residencia es opcional, más corta, y solo tiene algunas especialidades. Enfermería con con su graduación ya acredita un nivel de capacitación específica EN SU CAMPO, claro. Ya puede acceder a trabajar en todo el SNS y en Europa tras los 5 años del grado. Acabar y trabajar. No veo yo que esto sea muy equitativo. ¿Igualdad? Amosanda, que decían en mi juventud. Si tú eres A1, yo soy A+ y me quedo corto.
¿Hay más? Si, la tercera pata del banco, la más importante, es la responsabilidad. Los riesgos e incertidumbres son inevitables en el acto médico, se minimizan con conocimiento y medios, pero no siempre son superables. Los errores, aunque no sean ni intencionados ni negligentes, siempre estarán sujetos a escrutinio y a responsabilidades. Los protocolos no están validados jurídicamante y no dan respuesta a todo. La enfermería es imposible que se enfrente a semejantes dilemas salvo negligencia evidente, claro… porque la decisión final será del médico. Nunca he visto a un enfermero atravesar las puertas del juzgado como imputado, quizá haya alguno. Y hasta donde yo se, tampoco los enfermeros con dos dedos de frente quieren asumir semejante responsabilidad. Los que la quieren, se matricularon en Medicina, terminaron la carrera e hicieron el MIR. Si eres A1 yo por lo menos A++.
Con esa tres patas se construye en la función pública española un sistema que se llama “clasificación profesional”: el grupo A es el que exige formación universitaria, la antigua licenciatura (actual MECES 3) y el A2 la antigua diplomatura (MECES 2). Cada uno con su nivel exigido de formación, capacitación, responsabilidad, y por tanto de retribución diferente.
Bueno al lío, ¿Qué pasa? Pues que unos lobbies enfermeros pretenden hacer creer a los enfermeros que “son como los médicos” y que “pueden hacer lo mismo”, así que tienen que ser “todos A1”. NO ES CIERTO. La inmensa mayoría de las enfermeras, conocen su importante valor en el sistema, tienen muy alta su autoestima, conocen sus funciones, muchas sin desarrollar incluso, y los límites de sus responsabilidad, pero no quieren excederlos ni por todo el oro del mundo. No pueden ni quieren suplantar al médico. Quizá mi visión está nublada porque en Asturias la relación siempre ha sido buena, el lobby no tiene un poder tan presente y nos respetamos y valoramos mucho mutuamente, de hecho el SIMPA va en coalición electoral con SATSE (ya ves).
Entonces ¿Qué explicación tiene el movimiento sectario y desnortado de querer ser A1 a toda costa? Hay 3 y te las explico:
- Satisfacer el complejo de inferioridad de muchos de los que forman parte de esos lobbies. Entre ellos abundan los que deberían mitigar sus frustración volviendo a la Universidad a estudiar Medicina. Y dejar en paz a sus compañeros que están centrados y quieren desarrollar y prestigiar SU profesión, no meterse con la de otros. “Nos bloquean competencias”, plañen. No campeón, no, desarrolla las tuyas, que son legión las que tienes sin tocar, y deja vivir. Y si lo que pretendéis es cobrar lo mismo y que la responsabilidad siga siendo del médico, nos estáis tomando por gilipollas. Mónica, no piques. No por tus compañeros, que van a tacharte de sensiblera, sino por ti, que eres ministra. En los países nórdicos en los años 90 del siglo pasado se alcanzó tal nivel de “igualdad” que los médicos cobraban mucho, pero poco más que el resto de los trabajadores sanitarios, y cada cual con su responsabilidad. Apenas unos pocos se matriculaban cada año en las Facultades de Medicina. Adivina como recuperaron el interés por la profesión. No me parece que esté el país para algo así. Si yo quiero ser arquitecto, tengo que matricularme en arquitectura y terminar la carrera. Oye espera, pero si los arquitectos son A1 y también MECES 3… COÑO…¿CON MAS DERECHO LOS MEDICOS PODEMOS OPTAR A TRABAJAR COMO ARQUITECTO?. Me voy a montar un despacho y diré a los clientes “verá, es que yo me siento arquitecto, soy A1 máster, pero los opresores del colegio de arquitectos me discriminan por ser médico”. Y si no me lo das, dejo de respirar. Pues no acabo de verlo, llámame antiguo. Y si yo no puedo ser arquitecto por comparación…¿porqué si alguien puede ser médico por proximidad?. Me lo explique. Una casa sólida se construye con ladrillo. Puedes construir con madera o con paja…En todas se vive, incluso bastante parecido… hasta que surjen problemas. Y si arrecia una tormenta eléctrica , una inundación, un terremoto, o un lobo que sopla, créeme, por mas que te vendan la moto los Pepe Gotera de turno, va salir mejor librado el del ladrillo.
- Aumentar las retribuciones. Que en el sistema sanitario público las retribuciones son escasas, sea grupo A1, A2, B o C, es una verdad absoluta, pero eso no lo solucionas pagando a todos igual. La igualdad es enemigo de la equidad. Si los cambios que se plantean de A2 a A1, de A1 a A+ en realidad son una subida de sueldos encubierta para llegar a niveles europeos, pues ni tan mal, pero lo tienes a huevo: SUBE A TODOS PROPORCIONALMENTE. OJO: Proporcionalmente. En Asturias, los ajustes salariales son tan “igualitarios” que desde hace un año los médicos del SAMU cobran menos que el enfermero. Pues en los equipos del SAMU, donde puedes imaginar que decisiones hay que tomar a veces, cuando hay que tomarlas todos miran al médico. Y eso que sus enfermeras son de las mejor capacitadas y mas entrenadas… PERO EN SU ÁMBITO. Otro consejillo: a los lobbies cuando los recibas ponles de música de ambiente la mítica rumbita catalana de Peret “Todos queremos más, y más y más, y mucho mááás”. Igual lo pillan mejor. Y no solo los catalanes.
- La maldad gestora: médicos “prefabricados” a esgaya. Las malas lenguas me dicen que lo que quieres es subir a todos al A1 y darles la responsabilidad de médico, sobre todo del de Familia, que como todos saben es una pieza prescindible, por eso la mayoría de funcionarios son de MUFACE. Yo no me creo nada porque te conozco. Sabes que el ciudadano es exigente y sabe diferenciar el buen ladrillo (bueno, espero, porque si no va aviao), que el Sistema público que queremos no puede ser de pladur, que las enfermeras y enfermeros inteligentes no pican, y que los sindicatos médicos y demás representantes de los facultativos no actuamos como lobbies, nos llaman Fuenteovejuna y no vamos a comulgar con bobadas igualitaristas en algo tan sensible como la salud de la población. Si quieres subir a todo el mundo, pues vale, pero todos subimos un peldaño.
Querida Mónica, deberías tomar nota de todo esto. Ya lleva mucho diciendo la CEMS entre otros, a ti y a tus ilustres ancestros en el cargo, que el día que nos toreen un poco más en este país a los ya hastiados facultativos, se va a armar una muy gorda a nivel estatal. Bastará sumar tres elementos: esta imposible equiparación bajo el mantra “todos somos iguales”, el recorte del 50% en la paga extra de 2012 que nadie se atreve a tocar (cobramos menos paga extra que enfermería ¿lo sabías?) y la inexistencia contable de los tiempos de guardia para jubilación, para montar una movilización nacional burrísima que acabaría con la Sanidad, ríete tú de los tractoristas franceses. Mira, si los catalanes, los vascos o los andorranos tragan con sus milongas, pues allá ellos, igual sobreviven sin médicos, En Asturies no podemos permitírnoslo, aún tenemos los zarpazos de la pandemia y una huelga acabaría con el débil tejido cicatricial. Ye prestoso traer Agencies a Asturias, pero acuérdate de Pelayo, igual tenemos que agenciar nosotros en España una folixa de agárrate.
¡¡Puxa Asturies y la so Sanidá, de lladriyos d’adobe y formigón armáu!!
Un embrazu perfuerte y vete polo segao, amiga.
PD.- Recuerdos a Rafa, y le dices que te ayude a traducir lo difícil, ye un rapaz perbuenu. Dacuando demasiáu.