El Plan de Contingencia anunciado hoy por la Directora Gerente del SESPA de procedimiento de actuación y propuesta de cambios organizativos de la Atención Primaria para escenario de transmisión comunitaria de infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19) en Asturias, en previsión del incremento de la demanda asistencial y de los cambios de las modalidades de ésta en relación con la pandemia de la infección, supone un cambio valiente en la respuesta asistencial de la Atención Primaria frente a la situación excepcional que atravesamos.
Los perfiles de expansión del virus hacen evidente la transmisión comunitaria del mismo, siendo necesaria la toma de medidas mucho más drásticas y de manera precoz para evitar el contagio masivo de profesionales sanitarios que descapitalizaría el sistema y haría imposible la prestación de atención a la población en un breve espacio de tiempo. Las cifras que se manejan de positivos en nuestra región, no son fieles a la realidad. El hecho de restringir la realización de pruebas a casos muy específicos hace que el infradiagnóstico sea muy elevado, por lo que las cifras reales de afectación han de ser mucho mayores que las confirmadas. Lo que tanto la Organización Mundial de la Salud como la comunidad científica están apuntando en los últimos días es en la necesidad de toma de muestras masivas, y de extremar la protección al máximo de los profesionales sanitarios expuestos.
El riesgo de contagio y afectación del personal sanitario en los próximos días exige la toma de decisiones mucho más valientes en el modelo de atención. La necesaria concentración de la asistencia en determinados Centros de Salud, no hace sino proteger de un riesgo innecesario a los profesionales, y de manera secundaria a la población. Postergar la concentración y en vista de los patrones de evolución vistos en otras comunidades y en otros países hacía peligrar la asistencia en las próximas semanas.