Algunos gestores, cuando son incapaces de gestionar sus miserias, intentan disculpar su incompetencia y falta de cintura política al más puro estilo ibérico. En vez de tener la gallardia de dimitir diciendo a sus superiores y usuarios que esta falta presupuestaria es ingobernable, inculpa a las vacaciones, permisos y licencias de los médicos legalmente establecidos que, por cierto, son iguales a los suyos. En fin, todo sea por seguir sacando brillo al sillón y no tener que doblar consulta, hacer guardias, etc., etc., etc.