Los sindicatos profesionales esperan que el problema remita a partir de mayo con la incorporación de nuevos residentes: “Falta planificación”
“El área sanitaria III no es ajena a la situación de déficit de profesionales, especialistas en medicina familiar y comunitaria, que tiene todo el país”, afirmó ayer el gerente del área sanitaria III, Ricardo de Dios, sobre las críticas a la reorganización del servicio de las guardias médicas en los centros de salud de la comarca. De Dios entiende también que “en ocasiones” se producen incidencias como la ocurrida el pasado fin de semana en el Bajo Nalón: hubo un sólo médico de guardia –y dos enfermeros– para cubrir las urgencias de Pravia, Soto del Barco, Muros, San Esteban y La Arena. “En estos casos, la gerencia intenta resolver con el menor impacto posible para la población”, indicó el gerente del área sanitaria III, que detalló además que la atención continuada se concentra en un único punto de cada zona básica de salud, excepto en el caso de Soto (1.800 cartillas) y Pravia (13.000), que existe un equipo en cada centro. “Cuando se producen bajas sobrevenidas y otras situaciones laborales se unifica toda la atención en Pravia”, remató.
Los sindicatos sanitarios inciden en que la falta de profesionales es una constante en los últimos meses y no será hasta mayo, con la incorporación de nuevos residentes, cuando se pueda mitigar esta situación. “Firmamos un pacto para distribuir y organizar mejor el trabajo, solo falta aplicarlo”, señaló José Antonio Vidal, secretario general del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), que advirtió además de que en el área sanitaria III hay mucha presión asistencial en dos centros de salud, principalmente, como son el del Quirinal y el de Piedras Blancas. El SATSE, sindicato de enfermería, habla también de la necesidad de dotar de personal a su especialidad “porque hay bolsa de trabajadores y hay dinero”. Según la sindicalista Trinidad Caminero, la estabilización del personal y los contratos duraderos “ayudarían a una buena organización del trabajo”. Otros profesionales sanitarios a título individual también achacan el problema vivido en el Bajo Nalón a “una mala planificación y falta de previsión” y a la necesidad de contratar más médicos “para paliar las carencias de un servicio que no puede suponer una carga extra para los trabajadores”.