Cada vez que un político habla de la Atención Primaria sufre un ataque de verborrea Alma-Atáica cantando las excelencias del sistema, la valía del primer pilar asistencial, la importancia de la Atención Primaria de Salud, la necesidad de su potenciación, las infinitas capacidades asistenciales del primer nivel, etcétera, etcétera, etcétera. Eso sí, a la hora de mojarse en inversiones, nada de nada. La hermanita pobre siempre será la hermanita pobre. Para poder hablar de reformas, mejoras y potenciaciones, los presupuestos tienen que ir por delante, no por detrás. Que al tándem Carcedo-Blanco se les llene la boca de promesas y proyectos no vale de nada cuando lo dejan al albur de Hacienda. Todo esto de alabar a la Primaria, ¿será que estamos en campaña? Nooo…
Sanidad y 9 CCAA firman la reforma de AP y dejan su financiación a Hacienda
El Consejo Interterritorial avala el Marco Estratégico de la Atención Primaria