LA SUPERESPECIALIZACIÓN Y LOS TRASLADOS

La controversia generada por determinados sectores, contra los concursos de traslado, que son derecho reconocido del personal estatutario fijo, no deja de ser más que una pataleta infantil por la pérdida de su condición de amos del cortijo. Hay que tener en cuenta varias consideraciones. En primer lugar, al igual que ocurría en la mili, en que al soldado el valor se le supone, al especialista que ha superado un proceso selectivo en condiciones de igualdad, mérito y capacidad, el conocimiento se le supone, y la facultad para hacer frente a los quehaceres propios de su especialidad, también. No hay que perder de vista que todos los hospitales son comarcales del área de salud a la que dan cobertura, y deben dar respuesta a cuestiones asistenciales básicas, luego queda al margen la “superespecialización”. En la Plantilla Orgánica del Servicio de Salud, no figura ninguna “superespecialización”, únicamente plazas básicas. Respecto de estos “perfiles”, el SIMPA ya ha conseguido mediante Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que los perfiles de las plazas deben figurar en la Plantilla Orgánica, y que no podrán establecerse por convocatorias ad hoc para evitar evidentes riesgos de arbitrariedad y predeterminación en la adjudicación de las mismas. Por tanto, no es que sea imprescindible perfilar las plazas en los concursos de traslados, como se recoge en el artículo de LNE, es que tiene que hacerse antes; es decir, con la definición de las características de cada puesto de trabajo en la Plantilla Orgánica. Lo contrario, además de arbitrario, sería la confirmación de los “trajes a medida” que algunos Jefes de Servicio llevan intentando, cuando no imponiendo, llevar a cabo en nuestro Servicio de Salud, obviando los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad. En su afán de mantenerse en el mangoneo, algunos han llegado a decir que no admitirían en “su” servicio, a los trasladados, y los condenarían a la “periferia”, al más puro estilo caciquil.