Llega el verano. Empiezan a saturarse las Urgencia Hospitalarias, y no se quieren aprovechar recursos disponibles para paliar la sobrecarga. Como toda historia sindical clásica, tenemos planteamiento, nudo enrevesado y desenlace abierto y quizás ¿feliz?.
El Planteamiento. Simple, en el fondo. Las Urgencias Hospitalarias, el cajero automático de la Sanidad, empiezan a sufrir la sobrecarga veraniega. En dos Áreas, las carencias de personal se agravan por imprevistos: bajas por enfermedad, por cuidado de menores, o por ambos. Como consecuencias, la reducción de presencias y el aumento de horas por facultativo es la norma, pero no es suficiente. Habitualmente, a estas alturas todos los médicos de bolsa estaban ya contratados. En los dos años previos muchos médicos de familia al acabar su residencia optaban por Urgencias, pero este año, tras la reforma de Atención Primaria en la que participamos y en la que mejoramos las condiciones, la inmensa mayoría ha optado por la Medicina Familiar y Comunitaria, su elección como especialidad. Casi de milagro, permanecen este año aún dos personas en bolsa de Urgencias. Siempre hay alguno que se siente más fascinado por el Hospital, y que haya dos entra en la proporción lógica de una promoción. ¡Aleluya!, tenemos un mínimo para cubrir algún imprevisto.
El Nudo. Aquí se tuerce la historia de rosas. A los dos médicos en bolsa de Urgencias nadie les ofrece un nombramiento de Urgencias, existiendo necesidades. Explicación, si se puede llamar así: según el Servicio, no quiere el SESPA; según el SESPA, el Servicio y el Área no pidieron los contratos cuando todos los demás, y además a última hora pidieron contratos “cortos”, donde ven intentos de personalización; según los interesados, lo que ofrece en SESPA es trabajar en Primaria, además en versión “susto o muerte” incluso a quien no está ni en la bolsa de Primaria… y según el correcto saber y entender de este sindicato, aquí alguien anda jugando a los triles con más salero que Cernei Lancaster. Si el objetivo es que todo el mundo entienda que es prioritaria la contratación en Primaria, que ya lo sabemos, que sigan mejorando las condiciones y también la docencia para que los profesionales opten en masa por ella. Nosotros rezamos para que la prevista nueva Especialidad de Urgencias y Emergencias sea pronto una realidad y acabe de facilitar elecciones personales. Si lo que quieren es demostrar quién tiene la competencia, o peor, el poder, para ofrecer contratos, lo tienen muy fácil: apliquen la norma, pidan explicaciones, y depuren responsabilidades Solo faltaba que otros tengan que poner orden en los responsables de la ordenación sanitaria. Quien no tienen culpa son los facultativos que hacen sus legítimas elecciones profesionales y los pacientes que utilizarán masivamente otra vez este verano los Servicios de Urgencias.
El desenlace: Es abierto pero solo hay dos. Para nosotros, quien marca la necesidad de contrato es la necesidad asistencial, y si existe personal en bolsa, pues habrá que contratar. (Copyrigth Perogrullo). Además, en un escenario en que nos faltan médicos a montones. Si por el contrario, priman egos, maquiavelismos, intereses inconfesables o trilerismos que se nos escapan, el destino de esos profesionales está claro: acabarán siendo abducidos por otras CCAA vecinas o por la Medicina Privada, donde ya tienen ofertas. Que los abduzcan porque no podemos competir con sus condiciones, no es bueno, pero al menos se les ofrece lo que tenemos. Que lo sea porque nadie les haya ofrecido incorporarse a la Sanidad Pública Asturiana, ya nos revienta y sugiere muy poca inteligencia gestora. Mantenerlos en el paro es algo inaudito y vergonzante para un Servicio de Salud hoy en España. Se está haciendo daño gratuito a pacientes y profesionales.
“Es mejor perder el orgullo por honor, que el honor por orgullo”. John Ruskin.
Aún no The End. Continuará…