La última encuesta realizada por el SIMPA sobre la situación de la A. P., a la que han contestado 323 facultativos de este nivel asistencial, arroja claramente una decisión mayoritaria de comenzar con las hostilidades frente a la actitud de la Administración con respecto a la primaria.
No en vano, el mayor problema es la indefensión, ataque y utilización de los médicos como chivo expiatorio para escurrir el bulto de las propias responsabilidades de quien y quienes dirigen la sanidad pública. Pero tampoco olvidemos que se subyuga a la A.P. mucho más que la atención hospitalaria, que también, a los intereses particulares de ciertos grupos y oportunidades espurias que nada tiene que ver con la salud y enfermedad de nuestra población y sí con el brillos de los réditos electorales.