Qué tiempos aquellos! Todos recordamos las interminables listas de demandantes de empleo que hasta hace poco existían en el Principado, y que hacían que para muchos profesionales, fuera harto difícil conseguir trabajar unos pocos días al mes. En los Centros de Atención Primaria, con plantillas no tan envejecidas como ahora, y con un régimen de permisos y descansos distinto del actual, conseguir sustitutos para las ausencias de los facultativos era una aparente misión imposible. La tasa de sustituciones hace unos 10 años, andaba en torno al 30 % anual. Era una época -de teóricamente vacas gordas- en la que las excusas por parte de los gestores era el tan manido “no hay dinero”. De aquella época hemos pasado a una tasa de sustitución de menos del 10% de las ausencias, y en que lo preocupante no es ya el tan manido “no hay dineros”, sino que lo preocupante es la realidad del “no hay médicos”.
A lo largo de estos últimos años, el SIMPA ha venido denunciando el maltrato a los profesionales, y en particular a aquel desprecio sobre el personal eventual, que ha conducido al éxodo de médicos hacia otras regiones más afectuosas hacia sus condiciones laborales. El resultado es el que hay actualmente: no hay capacidad de respuesta para