Nos estamos muriendo de paralización, dejadez, falta absoluta de gestión y motivación de los profesionales por parte de la jefatura que desde hace años nos mal dirige.
A pesar de ser uno de los servicios del SESPA mejor valorados por la población, la gerencia del SESPA nunca nos ha valorado como nos merecemos.
Desde el origen del servicio como “gerencia”, año 2000, independiente de los Hospitales, donde se asumió como normal por parte de la primera jefatura que los médicos y DUEs del SAMU teníamos que cobrar menos que nuestros homólogos hospitalarios y/o de atención primaria y la cobertura de nuestros días de permiso nunca cubría el turno completo. Desde entonces lo poco que mejoramos fue gracias a los tribunales y a la movilización laboral y sindical. Nunca porque la gerencia del SAMU y el SESPA y/o Consejería, de forma espontánea decidieran acabar con la discriminación de salarios.
Han pasado los años y claramente todos los defectos se han agravado. Desde que la actual jefatura maneja los hilos de este servicio, las cosas no pueden ir a peor. Los que lo conocemos desde su puesto laboral como médico de urgencias del HUCA, sabemos que su idea de un servicio extrahospitalario de emergencias, pasaba por cerrar el SAMU y hacer depender cada UME del hospital del área sanitaria correspondiente. Siempre entendió que estábamos desaprovechados, ya que su modelo era el mixto, donde cada UME se cubre con personal del servicio de urgencias, tipo modelo Arriondas (que sabemos que parte de una fundación).
Esta idea de funcionamiento, se ha ido plasmando con el paso de los años, poco a poco, de forma sutil, pero gravosa para el servicio.
Cada nuevo protocolo (ahora se cambia el código ictus, sin ningún tipo de aportación por nuestra parte esto merece capítulo a parte), cada nueva idea, cada incidente que se genera con los hospitales, siempre ha provocado una respuesta negativa hacia nosotros y favorable a los hospitales. Todo aquello que nos fortalece como servicio (sesiones clínicas, grupos de trabajo, docencia, dispositivos de riesgo…) poco a poco se ha ido minorando hasta casi su extinción. Hace años nos formábamos, dábamos cursos de DESA y soporte vital avanzado y básico a la población y grupos sanitarios, incluso hubo una época donde podíamos rotar 15 días al año fuera del servicio para actualizarnos en los hospitales…Todo eso se ha acabado.
Si ingresa un familiar de primer grado, pedimos el día y quedamos debiendo horas al sistema. Nosotros que hacemos la jornada HORA a HORA, minuto a minuto, ya que hasta que no entra el compañero, no podemos marchar. Minuto a minuto, como es nuestra obligación, pero no tenemos la culpa de trabajar a turnos, eso nos lo han impuesto. Pues, lo dicho, si me cubren un turno de 12 horas porque mi padre ingrese, acabo debiendo 4,5 horas. ¿Eso es justo?.
Y a pesar de todo esto y mucho más, lo peor ha sido soportar insultos, voces y desprecios. Desde principios de este año en que más del 70% de la plantilla firmó para paralizar un plan que tenía para que nos quedáramos sin vacaciones, pretendía que nos cubriéramos totalmente las vacaciones, es decir, renunciar a ellas, aduciendo falta de profesionales para cubrirnos (en eso lleva razón, pero sobre todo te quedas sin profesionales cuando pagas menos y no fidelizar con buenos contratos, como ya hacen en hospitales y primaria). Pues bien, desde entonces, han dimitido dos coordinadores de UME y gracias a nuestra presión y la ayuda del SIMPA, este sistema de autocobertura se ha parado, de momento. Esto ha conllevado una actitud si cabe, más hostil por parte de la jefatura y una paralización más profunda del servicio.
Pedimos ayuda al SIMPA y al SESPA, para que cambie esta situación. Siempre que nos reunimos con el SESPA nos adula diciendo que somos la joya de la corona. Creemos que ya es tiempo de demostrarlo de una vez. Estos problemas se están enquistando y destrozando el servicio, desmotivando a la plantilla y de seguir así, probablemente nos lleve a la autoextinción. HELP el SAMU se muere.