Unos 4.000 trabajadores del Sespa tomaron ayer el centro de Oviedo para rebelarse contra su «precariedad» laboral y pedir la dimisión de Barbón y el consejero de Salud
Los trabajadores del Servicio de Salud del Principado (Sespa) han dicho «basta ya». El malestar acumulado durante años por unas condiciones de trabajo «muy precarias» cuajaba ayer en una manifestación que resultó ser multitudinaria y rebasó hasta las mejores expectativas. Unas 4.000 personas, de todas las categorías profesionales y áreas sanitarias de Asturias, recorrieron el centro de Oviedo al grito de «Barbón, escucha, la sanidad está en lucha».
El personal del Sespa no perdona al presidente autonómico el llamamiento que hizo a los sanitarios que están recibiendo «un trato asolutamente deficitario e incluso insultante» en otras comunidades para que vengan a trabajar a Asturias. Aquí, según Barbón, «encontrarán mejores condiciones». Esas declaraciones se le volvían ayer en contra, situándolo en el centro de las proclamas reivindicativas: «Barbón, maltratados aquí hay un montón».
Las pancartas desplegadas durante la marcha condensan «el hartazgo» de los profesionales sanitarios asturianos: «Menos premio Princesa y más contratos estables», «Somos profesionales, no animales», «Más recursos, más personal, una sanidad pública digna», «Nos llaman esenciales y nos tratan como desechables» o «Contratos de un día, para tu tía». Y así hasta pedir la dimisión-con una pitada monumental- del presidente del Principado, del consejero de Salud y de la gerente del Sespa.
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