Cuesta trabajo creer que una propuesta tan sólida, planeada, estudiada, y consensuada con trabajadores, y aceptada por sindicatos del ramo, se fuera al traste por la oposición sólida de algunos vecinos del Área V. Y más cuando los partidos tampoco estaban en contra inicialmente. Y digo algunos vecinos porque tengo la impresión que no todas las Asociaciones urbanas estaban de acuerdo, creo que no se llegó a votar, y además las Asociaciones Rurales estuvieron al margen la mayor parte del tiempo, cuando en realidad les afectaba tanto o más que a las urbanas.
¿A quién beneficia que no saliera adelante esta Reorganización de servicios que optimizaba los recursos disponibles, y además podía ser modificada según fueran los resultados? ¿A què responde esa desconfianza y esa oposición tan frontal?
Desde mi punto de vista un liderazgo vecinal mal entendido puede perjudicar seriamente la prestación de servicios, y además no está entre sus funciones la de planificación de los servicios sanitarios dado que aunque dispongan de los datos aportados por la Gerencia del Area, no tienen personal ni tiempo material para estudiarlos, ni medios para hacerlo. El sistema que han seguido para decidir es muy mejorable por ser poco participativo, y se han basado en encuestas con ninguna validez estadística, y con preguntas demasiado capciosas .
La marcha atrás de la Consejería tiene poca explicación y sólo puede entenderse por el momento político preelectoral que contraindica cualquier decisión que pueda suponer alguna contestación en la calle.
La propuesta era buena por varios motivos. La primera porque se evita que el centro quede vacío cuando el médico y la enfermera van a hacer un aviso, y se pueda poner en peligro la atención de algún paciente grave que acude al centro. La segunda porque no sólo no se pierden profesionales, sino que se contrataban a un médico y a una enfermera más. La tercera porque la distribución de los profesionales va a ser más eficiente, ya que habrá mayor número cuando más pacientes acuden, sobre todo en fines de semana. La cuarta, porque uno de los temas que más preocupaba a los vecinos como era la atención a los domicilios mejoraba, ya que podría haber 8 médicos y enfermeras al mismo tiempo haciendo domicilios, sin quedar vacío el centro de salud. La quinta porque existe déficit de profesionales, y tal vez el hecho de saber que no van a estar solos en el centro de salud anime a alguno mayor de 55 años a hacer atención continuada. La sexta porque se reorganizaba la población asignada a cada punto de atención con lo cual se reducía el desequilibrio actual que perjudica al Centro de el Llano y Puerta La Villa.
También el tema de las distancias a los centros se tiene en cuenta. Los pacientes de los centros que más alejados quedarían de sus puntos de atención serían Montevil y Perchera, con apenas un kilómetro de distancia y el resto con una media de 500 metros aproximadamente. Creo que es poca distancia , y muy poca si se compara con los vecinos de la zona rural de Gijón, de Villaviciosa o Candás
En fin, se ha rechazado una buena propuesta sin argumentos de peso y simplemente porque se fueron sumando apoyos políticos que en la mayoría de los casos no habían realizado acercamiento profundo a los datos. Un ejemplo de ello fue el comentario realizado por el parlamentario del PP que dijo que se discriminaba negativamente a Gijón, cuando en horario de 20 a 8 por poner un ejemplo, tenemos cuatro puntos de atención en Gijón, mientras Oviedo o Avilés tienen uno solamente.
Un aspecto positivo que he encontrado en este conflicto es que las siete reuniones a las que acudí para hablar del tema, era protagonista nuestra Atención Primaria frente al predominio habitual de la Hospitalaria, y eso sí que hay que agradecérselo a los vecinos y su interés en defenderla.
En fin, creo que estamos a tiempo de mejorar juntos la Atención Continuada de Gijón. Para ello habrá que acercarse de verdad y pensar más en el bien común que en intereses partidistas.
La mayoría de los conflictos entre seres humanos responden a emociones y no a razones, y este ha sido un ejemplo. El “no es no” inamovible desde hace cinco meses de la Federación de Vecinos urbanos , y la oposición al final de los partidos políticos sin argumentos y con bastante desconocimiento, son emociones, no razones. Con más confianza y mejor comunicación habrá entendimiento seguro.
Alfonso García Viejo
El Comercio, 22 de julio de 2.018