Se implantará un protocolo con los signos de alarma de los tumores que son más frecuentes y mecanismos para agilizar las pruebas hospitalarias
Los servicios sanitarios asturianos detectaron el año pasado 7.688 nuevos casos de cáncer, 3.241 en mujeres y los 4.447 restantes en hombres. Si se tiene en cuenta que la tasa bruta de nuevos diagnósticos se sitúa 153 puntos por encima de la media nacional, se entiende por qué el Principado ha decidido tomarse estas cifras como una cuestión de salud pública, del mismo modo que las enfermedades vasculares.
Se está trabajando, de hecho, en un nuevo protocolo de actuación para procurar una detección precoz -al menos de los tumores más frecuentes- ya en las consultas de Atención Primaria. Entre las medidas que se barajan, está la de impartir formación específica a los médicos de Familia y al personal de Enfermería para que se pongan en alerta ante determinadas señales de alarma y puedan así contribuir a que los diagnósticos se aceleren lo más posible.
Se estima que el año pasado, en Asturias, fallecieron por cáncer 3.464 personas, lo que da lugar a una tasa bruta de 345 defunciones por 100.000 habitantes, un valor que también se sitúa por encima de la media del país. Conscientes de que la detección precoz es crucial en el tratamiento del cáncer, el departamento de Salud Pública ha decidido «reactivar» el Comité Asesor de Cáncer del Principado de Asturias y ya se está reuniendo con su comisión permanente para diseñar el borrador de esta nueva estrategia.