Partiendo de la base de la pobre oferta de plazas sanitarias en este 2016, de una parte fruto recogido de la inoperancia de la Administración Pública asturiana en los años precedentes al no haber convocado ninguna; y de otra parte, debido al freno desde Madrid a la posibilidad de convocatorias por encima de la tasa de reposición, el hecho de que dos terceras partes del cupo total sean para médicos y facultativos, nos parece un ejercicio de responsabilidad por parte de la planificación hecha desde el SESPA de las necesidades asistenciales del Principado.
Asturias tiene un déficit de médicos que viene fraguándose desde los tiempos del Plan de Recursos Humanos del Consejero Quirós (al cual UGT y CCOO hicieron la ola), y que ha demostrado su inutilidad y su error de cálculo de las necesidades. Unido a esto, una nefasta política de RRHH en las últimas legislaturas, en que el maltrato al profesional era la norma y el camino a seguir, han conseguido llevarnos a la realidad actual. Tanto las alas como el centro de la región están en una precaria situación asistencial debido a la ausencia de médicos. Como muestra la actualidad de la pediatría, junto con la infinidad de consultas cerradas en los Centros de Salud de la región. Las causas y los efectos son muchos más aún, pero todos llevan al mismo punto, la necesidad de atraer personal médico a Asturias.
El SIMPA siempre ha defendido la necesidad de Ofertas Públicas de Empleo ambiciosas para médicos y facultativos, como vía de estabilidad laboral para sus compañeros, amén de método para atraer profesionales desde otros puntos visto el déficit en nuestro medio. El hecho de que el 67% de las -insuficientes- plazas ofertadas correspondan al colectivo médico es una clara apuesta por intentar salvar la asistencia sanitaria asturiana. Esta OPE deberá ir seguida de otras nuevas en años venideros para conseguir salir del pozo en el que nos encontramos. Entendiendo las necesidades de otros colectivos, y la precariedad en el empleo en todas las categorías, como Sindicato Médico somos conscientes de que el médico es el profesional clave en la asistencia sanitaria. Si no hay médicos, sobra todo lo demás.