Mónica García no deja indiferente a nadie, pero hemos agradecido ver que aún siente la profesión. El Viernes nos recibió, lo que no deja de sorprendernos porque somos una gota de agua en medio del tsunami médico que se está organizando por la propuesta de modificación del Estatuto Marco. Como somos médicos astures, no perdimos el tiempo, y fuimos directamente al Ministerio para abordar el problema.
En primer lugar, pusimos sobre la mesa las consecuencias que todo esto va a tener para nuestra tierrina, porque una cosa son los problemas profesionales estatales, defendidos en el ámbito de negociación por la CEMS y otra, las consecuencias, que serán distintas para la sanidad pública y la sociedad de cada comunidad autónoma. Solo nosotros podíamos explicarle esto a Mónica, porque ya lo hemos vivido y, como sospechábamos, nadie había analizado las repercusiones a ese nivel. Unos se lo esconden, otros se lo edulcoran y los terceros dan por supuesto que el nombramiento viene con la bola de la adivinación.
En segundo lugar, era fundamental averiguar la intención que subyace en todo esto, más allá de cabrear a toda la profesión que, si bien es intención de otros, lo sentimos por ellos, no es la intención de la ministra. Necesitan cumplir con Europa en algunas cuestiones laborales para que lleguen los fondos, y una de ellas es ésta. La ley, de hace 22 años, ya se modificó parcialmente en 2022 y ahora hay que rematar. Una adaptación al Espacio de Educación Superior es el momento perfecto para modificar no solo el EM sino la LOPS y el EBEP, que también se modifican en esta ley y pocos hablan de ello. El tema de la clasificación profesional nos llevó un buen rato, pero se resume en que no es un problema económico, a ningún grupo le van a subir las retribuciones, ni siquiera las exigencias de titulación para acceder a una categoría, esto trata de permitir que enfermería pueda ocupar los puestos de gestión. Esa es la razón.
Sobre los residentes que terminan, tenían claro que la propuesta que nosotros titulamos como un SECUESTRO, no iba a progresar y aceptaron valorar la idea de hacer justo lo contrario, favorecer la voluntariedad ligando la permanencia de los nuevos egresados a bonificaciones para obtener plaza. Mónica entiende que el agradecimiento no puede ser impuesto.
Respecto a la exclusividad, nosotros bastante tenemos con la lucha para que a los facultativos asturianos no les quiten más de 1000 euros en cada paga y eso no nos lo arregla el Estatuto Marco. Además, pecamos de modernos, en Asturias ya acabamos con la libre designación en 2009, cuando lo ganamos por sentencia, y desde entonces se realizan por concurso; algo de lo que también tomaron buena nota. Para rematar les recomendamos que no confundieran a los facultativos que complementan su actividad a título propio con la privada empresarial, porque el conflicto de intereses tiene un peso muy distinto.
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En el resto de los asuntos, esperábamos más resistencia, pero no está cerrado ni mucho menos. Reconocen que no tienen bien estructurado todo lo relativo a la jornada y, además, cada CCAA tiene necesidades asistenciales diferentes por lo que seguro será el tema más sujeto a la negociación.
La petición de un Estatuto propio para médicos y facultativos se ha convertido en el leitmotiv de las concentraciones previstas en los próximos días. Es una idea muy buena, un magnífico objetivo sindical que resolvería muchos problemas, pero no cambia nuestro paradigma actual: esta modificación irá para adelante, en los términos actuales o en otros. Nosotros hemos querido ser parte de la solución, no del problema. Seguiremos negociando y llevando a cabo todas las medidas de presión que sean necesarias para lograr mejorar las condiciones de todos los médicos y facultativos asturianos.
En conclusión, esto es solo el principio, el borrador aún tiene tachaduras y restos de goma de borrar. Queda aún mucho camino por recorrer y hay que dejar margen a los diferentes interlocutores en la negociación. Mañana Lunes 10 de Febrero, el SIMPA junto con el Colegio de Médicos, nos reuniremos con la Delegada del Gobierno, que tendrá mucho que trasladar a Madrid (si quiere, claro). Y el Jueves 13 de Febrero, la CEMS, el resto de sindicatos médicos y la mayoría de las organizaciones nacionales escenificaremos en Madrid la unión de la profesión, para dejar muy claro que esta modificación sale con los médicos y facultativos o no sale. Es un día laborable, pero no carece de simbolismo porque es el día que se vuelven a reunir en el ámbito de negociación nacional. Dicho esto, hay que reservar fuerzas. No vamos a quemarnos a lo bonzo antes de que acabe el primer acto. Nosotros somos serios, si vamos con todo no será para jugar a la huelga, arderá Asturias.
Os mantendremos informados pero no vamos a malgastar nuestro tiempo ni el vuestro, ya hay demasiado ruido mediático. Atentos a www.simpa.es y a nuestras redes.