Durante el año 2022, el SESPA tuvo que movilizar a 2.000 especialistas hospitalarios y de atención primaria a otras áreas sanitarias por ausencia de especialistas. Esta “movilidad forzosa” se ha incrementado durante el 2023, y según nuestros cálculos aumentará un 25% durante el presente año con respecto al anterior. Esta carencia de médicos ocurre durante todo el año, pero empeora durante el verano.
Las áreas que tradicionalmente solicitan las “movilidades forzosas” son la I, II y la VI. En concreto el área VI, ha solicitado 4 profesionales de otras áreas para cubrir el verano en atención primaria, con el consecuente roto en las áreas “donantes” donde estos profesionales tampoco sobran. A nuestro juicio la “movilidad forzosa” tiene que ser una solución extraordinaria, y no como ocurre en el servicio de Anestesia de Arriondas y en el Cirugía de Jarrio, donde los cuadrantes de sus guardias están cubiertos durante todo el año casi en su totalidad por médicos “importados” de otras áreas.
Desde el SIMPA hemos transmitido al SESPA en multitud de ocasiones nuestro hartazgo en lo referente a la “movilidad forzosa”, y que se definan de una vez los puestos de “difícil cobertura” y por tanto se incentiven. Solución que, a nuestro juicio, paliaría la carencia de médicos en estas áreas sanitarias. También nos gustaría que las gerencias se pusieran las pilas e hicieran sus deberes en lo referente al “fichaje de médicos”, y no vivir en la complacencia de estar llamando continuamente al SESPA y a otras áreas sanitarias para que les resuelvan el problema.
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