Para que lo tengamos claro, GISPASA no es una empresa privada, es una empresa pública (con lo que la pagamos todos) que se constituyó El 17 de marzo de 2004 por el Consejo de Gobierno del Principado de Asturias, y según figuran en sus estatutos fundacionales con 2 objetivos:
- La provisión de todo tipo de infraestructuras y equipamientos de índole sanitario y socio-sanitario.
- Prestación de los servicios inherentes y complementarios a la finalidad perseguida con dicha provisión.
GISPASA se creó con un capital social inicial de 90 millones de €, siendo el único socio de la empresa el Principado de Asturias. La JUNTA GENERAL DE ACCIONISTAS (nombrada a su vez por el Consejo de Gobierno) es la responsable de designar a los miembros que componen el CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN. Los miembros del CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN serán retribuidos mediante una cantidad fija en concepto de DIETAS POR ASISTENCIA A LAS REUNIONES DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN, en la cuantía que determine la JUNTA GENERAL DE ACCIONISTAS (según figura en sus estatutos fundacionales).
MIEMBROS DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE GISPASA
Está formado por los siguientes miembros:
- Presidente: D. Guillermo Peláez Álvarez. Consejero de Hacienda y Fondos Europeos del Principado de Asturias.
- Vicepresidenta: Dña. María Concepción Saavedra Rielo. Consejera de Salud del Principado de Asturias.
- Consejera: Dña. María del Mar García Salgado. Directora General de Presupuestos y Finanzas de la Consejería de Hacienda y Fondos Europeos del Principado de Asturias.
- Consejero: D. Aquilino Alonso Gutiérrez. Director-Gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias.
- Consejera: Dña. Montserrat Bango Amat. Directora General de Política y Panificación sanitarias de la Consejería de Salud del Principado de Asturias.
- Consejera: Cecilia Álvarez Losa. Secretaria General Técnica de la Consejería de Hacienda y Fondos Europeos del Principado de Asturias.
- Secretario no Consejero: D. Enrique Junceda Santalo.
Actualmente dicha empresa desarrolla su actividad en el HUCA (Oviedo) y en el Hospital Álvarez Buylla (Mieres) y se encarga del mantenimiento y explotación de los servicios NO SANITARIOS de estos centros (a modo de subcontratas). En concreto en el HUCA se encarga de la gestión del parking, las cafeterías cocinas y la construcción y reforma de infraestructuras.
A los graves problemas que vienen soportando los trabajadores del HUCA por el mal funcionamiento histórico del parking del HUCA, la empresa pública GISPASA no ha puesto ningún remedio ni dado ninguna solución, a pesar de las insistentes quejas de los trabajadores. Los trabajadores deben acudir una hora antes y soportar largas colas si quieren conseguir aparcar y estar en su puesto de trabajo en hora para el inicio de su jornada laboral. Sólo hay unas 500 plazas de parking que no requieren abono por parte de los trabajadores, una cifra irrisoria para el volumen de trabajadores que tiene el centro. Además, según quejas de los propios trabajadores, no se contabilizan bien las plazas de trabajadores que quedan libres (sobre todo de los que salen de noche) y a veces te cobran aunque no estén ocupadas. En resumen, pagar por aparcar en tu trabajo y madrugones para sortear las colas de coches que se suceden un día sí y otro también.
En cuanto al funcionamiento de las cafeterías del HUCA me remito al comunicador Chicote referente a la cafetería del HUCA: “está bien aprovechar la comida, pero esto me parece una cerdada“. En su momento la Consejería de Salud dijo que se había sancionado a la empresa concesionaria, aunque no se quiso entrevistar con Chicote.
Y que decir de las reformas dentro del HUCA, que se lo pregunten al servicio de neurología, llevan 2 años para que les hagan una consulta aprovechando un trozo de pasillo. El pladur no debe ser el fuerte de GISPASA.
En resumen: GISPASA se dedica a subcontratar servicios. Una labor para la que prácticamente necesitarías 2 ó 3 administrativos con experiencia para que pidan presupuestos, tiene un señor consejo de administración formado por 7 miembros y una capital fundacional de 90 millones de €. Una empresa pública que no gestiona, no resuelve problemas, ni da ningún servicio de calidad. Dada su ineficiencia ya se ha planteado por algunos grupos políticos en varias ocasiones la opción de disolverla, porque algo que funciona mal, aunque “se ahorre dinero” según se defienden desde la propia empresa, a medio y largo plazo sale caro, porque no da el servicio para la que fue creada. Desde el Gobierno del Principado se ha comentado que saldría ¿muy caro disolverla? Con lo cual “nos las tenemos que comer con patatas”. Si no hay más remedio que tragar con ella, por favor: ¡PONGAN A GESTIONARLA A ALGUIEN QUE SEPA HACER BIEN SU TRABAJO! La paciencia de los trabajadores se está agotando. Su ineficiencia la sufren los trabajadores y la pagamos todos los asturianos. Y aunque no sabemos el personal real que tiene GISPASA, el CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN es bastante amplio y debería tomar cartas en el asunto.