Hace ya unos cuantos años, allá por el 2010, un día de mayo, los empleados públicos asistíamos atónitos a las declaraciones del entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que nos decía que íbamos a tener un recorte importante de nuestras retribuciones, que este recorte, además, no sería aritmético, sino que se ligaría a la categoría profesional, siendo así que la categoría A asumiríamos el mayor recorte de todos. Aquel mayo de 2010 se sentó un peligroso precedente: el poder bajar salarios de forma unilateral, sin ningún tipo de negociación, gracias al artículo 30.10 del EBEP, ratificado, además, por algunos sindicatos.