El trabajo es la ocupación, tanto física como intelectual, que se realiza para otros o para uno mismo, normalmente retribuida y que suele ser necesaria para subsistir. Etimológicamente el término proviene del latín ‘tripalium’ traducido como ‘tres palos’ y hacía referencia a un método de tortura realizado en la antigüedad y que consistía en atar a un condenado a una especie de aspas, donde era azotado y acababan prendiéndole fuego. No se sabe por qué, pero comenzó a relacionarse el sufrimiento que padecía un reo en el tripalium con la obligación de ejercer obligatoriamente una profesión, convirtiéndose el vocablo referido a ese aparato de tortura en la forma de designar a la ocupación laboral.
Pues bien, el tripalium esta servido. Un palo en la Consejería de Salud con su Ilustrísimo Señor al frente, otro en la Gerencia del SESPA en idénticas condiciones y el tercero en la mayor parte de las gerencias, también con sus titulares al frente.
Como reos tenemos a los usuarios de nuestra comunidad que se someten a una atención sanitaria francamente mejorable y a los médicos de Atención Primaria del SESPA que padecen tal tripalium, con fuego ya incluido, sin que el primer Ilustrísimo Señor palo deje de prender las cerillas y los restantes de echar leña al fuego. Claramente, agua, no.
Vista la situación de inactividad o más bien de entorpecimiento del máximo responsable sanitario hacia la A.P. y la fehaciente inacción del resto de responsables, el SIMPA, junto con el Ilustre Colegio de Médicos de Asturias, la Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria, la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista, la Sociedad Española de Médicos Generales y la Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria, han solicitado al Ilustrísimo Señor que tenga a bien concedernos una reunión para la puesta en común de la situación ya por él conocida -o, al menos, debiera conocerla- y que de una vez por todas tome las acciones pertinentes para que este nivel asistencial cumpla con su meta, que no es otra que la salud de nuestra población dando un tiempo asistencial lógico, sin premuras y sin distracciones que han de solventarse a otros niveles para que la salud de nuestra ciudadanía no se siga resintiendo con la disculpa de la Covid19.
Esperamos su pronta respuesta, que ya se hace esperar, para plantearle la tremenda problemática actual de la A.P. a la que, por el momento, solo se le echan cerillas y leña.