Salud elabora una nueva estrategia para la detección precoz y la atención integral de las necesidades de pacientes con patologías avanzadas
Etelvina. Octogenaria de Blimea. Reside en un segundo sin ascensor. Presenta una pluripatología propia de la edad, que se ha complicado con una caída reciente y tres ingresos en urgencias en el último mes y medio. Su médico de Familia se ha jubilado y por la consulta ya han pasado tres facultativos distintos. Su hija la ha llevado a vivir con ella a Gijón, porque Etelvina ya no puede estar sola. Pero ella se siente desubicada fuera de su casa, de su entorno de siempre.
Esta historia ficticia, que Pablo Belderrain contó ayer en el salón de actos del HUCA, durante la jornada ‘Un nuevo camino en la estrategia de cuidados paliativos’, refleja a la perfección la necesidad de darle un nuevo enfoque a la atención de los enfermos que no tienen cura. «Las consultas están llenas de Etelvinas», deslizó el director del equipo de Atención Primaria del centro de salud de El Coto (Gijón), antes de defender que «no sólo se dispensen cuidados paliativos a los enfermos oncológicos ni se espere hasta el ‘ya no hay nada que hacer’».
La Consejería de Salud recoge este guante en la nueva estrategia que ayer se presentaba en el HUCA ante 400 profesionales y que ampliará la atención paliativa a los enfermos no oncológicos que necesiten soporte asistencial. «Hay que cambiar de paradigma para que los cuidados paliativos no sean sólo para los últimos días de vida de un paciente», señaló Luis Gago, miembro del grupo redactor de esta nueva estrategia, que «adelanta y amplía la atención paliativa y la aborda de forma multidisciplinar», resumía el consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, en la inauguración de la jornada.